OVNIS: PASADO, PRESENTE Y LEYENDA "Culturas milenarias de todo el mundo se refieren a la presencia "de "seres extrahumanos que "llegaron del cielo"La cifra "1947" es casi sin'onima para algunos lectores con el comienzo de la 'epoca moderna de los avistamientos ovni, am'en de otras cosas que hayan podido haber sucedido ese a~no a mediados del siglo pasado. Existen otros a~nos que conmemoran otros hitos del quehacer ovnil'ogico, pero hay momentos que se escapan de las cronograf'ias oficiales y extraoficiales, ya que sus testigos y adeptos tienen una noci'on del tiempo muy distinta a la del hombre occidental.El fen'omeno ovni ocupa un espacio bastante significativo entre las culturas primitivas o aboriginales del planeta, y tampoco se le considera "fen'omeno" sino m'as bien una interacci'on normal entre los habitantes de este mundo - incluyendo animales - con los habitantes de aquel mundo que tan unaided percibimos por los resultados visibles que deja en el nuestro. Estas culturas no entienden el concepto de los ovnis u ovninautas como m'aquinas de otro mundo o cient'ificos / astronautas de otro planeta que exploran nuestro rinc'on de la galaxia: siempre han estado aqu'i, y seguir'an est'andolo despu'es de que la necedad de los humanos acabe con nuestra civilizaci'on. Sin veto, estas tradiciones nativas y aut'octonas tampoco contestan a la interrogante que m'as nos interesa contestar -- ?qu'e pretenden estos extra~nos con la especie humana?PLAT'iVOLOS Y CAVERN'iCOLASAquellos lectores cuyos a~nos de infancia incluyeron largas horas sentados frente al televisor posiblemente recuerden la serie animada Los Picapiedra y el diminuto marciano "Gaz'u" cuyos sabios consejos y adelanto tecnol'ogico nunca consegu'ian cambiar la conducta de los protagonistas de la serie. No se sabe si los estudios Hanna-Barbera estaban interesados en compartir alg'un mensaje secreto con nosotros, pero lo cierto es que no ser'ia sino hasta a~nos despu'es que se hablar'ia de "Las carrozas de los dioses" y lo que conocemos ahora como el paleocontacto.El estudioso franc'es Aim'e Michel argumentaba en sus obras que las paredes de las cavernas paleol'iticas de Peche Merle conten'ian no s'olo figuras innegables de platillos voladores (que han sido reproducidas en las portadas de numerosos libros sobre el tema) sino tambi'en de ovninautas: seres calvos e imberbes de cr'aneos superlativos y ojos alargados. Los antrop'ologos se mofan de tales argumentos y nos dicen que solamente se tratan de "visones" propias de las experiencias cham'anicas, plasmadas en piedra por manos desconocidas hace treinta mil a~nos cuando la humanidad apenas se diferenciaba de los animales.No obstante, las creencias de muchas culturas "primitivas" que a'un sobreviven en nuestros tiempos nos permiten entender el concepto que tal vez ten'ian nuestros antepasados sobre estos seres.Las tribus Onondaga y Mohawk de la gran naci'on de los Iroquois en el estado de Nueva York (USA) mantuvieron la siguiente creencia: "Seres como hombres habitan en el lado extremo del cielo noticeable" y la desaparecida tribu de los Natchez cre'ia que el "rey del cielo" hab'ia visitado su pueblo en la noche de los tiempos para darles una especie de transmisor que manten'ia el contacto entre los sacerdotes de la tribu y el mundo de los extrahumanos. A fines de la d'ecada de los '60, los indios Hopi del oeste americano declararon p'ublicamente que la historia de su pueblo hab'ia sido afectada por el contacto con seres extrahumanos, y que en conjunto, los nativoamericanos siempre hab'ian aceptado la realidad de los ovnis y el sitio que ocupaban en la jerarqu'ia de los seres vivos. (Izquierda)El "hombre con garras" de Chinle, Arizona recuerda a los supuestos robots del secuestro de Pascagoula, Mississippi, en 1973 - incidente Hickson/Parker. (Centro)La "Impressive Gallery" del estado de Utah presentad la imagen de un cazador diminuto que intenta atacar unas presencias sumamente grandes que no parecen ser animales. (Derecha)En Colorado Stream apreciamos una de las tenebrosas figuras cornudas que tanto se repiten en las tradiciones del suroeste americano.NO SALGAS DE NOCHEAustralia, con sus siete millones de kil'ometros cuadrados, es uno de los sitios m'as fascinantes del mundo por su extra~na fauna y foliage y sus habitantes aut'octonos - los abor'igenes - que a'un sobreviven en nuestros d'ias y que hasta la llegada de los europeos viv'ian bajo condiciones que no hab'ian cambiado desde el paleol'itico. El escritor australiano Eirik Saethre lleg'o a realizar encuestas en entre las comunidades abor'igenes del centro de Australia hace unos diez a~nos, concentr'andose en los miembros de la etnia arlpiri - que se autodenominan "yapa" y que reservan el termino "kardiya" para designar a los australianos de ascendencia europea. Aunque los warlpiri opinan que el hombre blanco es totalmente inmune a la hechicer'ia de los magos nativos, si son v'ictima de otras fuerzas: las enigm'aticas presencias que se desplazan en los ovnis. De hecho, Saethre cita el testimonio de Steven, un warlpiri de treinta y ocho a~nos de edad: "Ellos (los extrahumanos) son m'as listos que nosotros y m'as listos que ning'un ser humano. Los kardiya se creen listos porque fueron a la luna, pero estos seres viajan por todo el universo."Las comunidades abor'igenes coincid'ian en que los visitantes extrahumanos ven'ian por agua, y que eran responsables de la desaparici'on de grandes cantidades de l'iquido de los "billabongs" cuyo contenido es plain para mantener la vida en las condiciones des'erticas imperantes en esta regi'on de Australia. Por este motivo era com'un ver luces raras en la cercan'ia de estas fuentes de agua, aunque nadie afirmaba haber visto a los extrahumanos realizar estas maniobras.El detalle m'as curioso, sin duda, consist'ia en la creencia de que estas fuerzas poco conocidas operaban de noche y que eran responsables de la desaparici'on de humanos incautos, pero con la consiguiente salvedad. Los extrahumanos no se llevar'ian a los warlpiri por formar parte de la realidad circundante, pero los kardiya s'i corr'ian el peligro de ser llevados para siempre por no "pertenecer" a esa regi'on. Se comentaba el caso de un proveedor de atenci'on m'edica del gobierno - Play a role - que hab'ia desaparecido, supuestamente debido a su impaciencia al no querer esperar la luz del d'ia. Los extrahumanos, seg'un los abor'igenes, se lo hab'ian llevado, a pesar de las repetidas advertencias de que no deb'ia aventurarse fuera de la comunidad por la noche. "Le dijimos que no saliese de noche, dijo Ronald, uno de los abor'igenes, en la entrevista con Eirik Saethre", "pero los kardiya nunca hacen caso. Esos alien'igenas se lo llevaron"."LEYENDAS IND'iGENASParecer'ia ser que las creencias abor'igenes est'an reflejadas en Am'erica Septentrional, donde las tribus salish y chippewa de Canad'a, sin contar los esquimales o inuit, mantienen largas tradiciones sobre el contacto con la gente de las estrellas no unaided en el pasado lejano, sino en 'epocas recientes tambi'en. Sin pasar por alto la posibilidad de que todo pueda tratarse de fantas'ias o formas de decirle al hombre blanco "nosotros estuvimos en contacto con otras especies inteligentes antes de que ustedes", examinemos algunas de estas tradiciones.En una gruta cerca del lago Christina en la Columbia Brit'anica se puede ver un petroglifo sumamente interesante que representa un disco de color blanco con protuberancias de color negro. Este diverse aparato se cierne sobre un grupo de cuatro figuras humanoides que parece postrarse de hinojos risk la extra~na presencia. El petroglifo tiene rayas superiores que sugieren haces de luz y rayas inferiores que bien pueden ser fuego. Los artistas primitivos, cuyo dominio de la perspectiva era casi nulo, se limitaban a representar lo que ve'ian. El objeto sigue siendo un misterio que recibe la tradicional y cansina explicaci'on de una adoraci'on del sol por parte de los antiguos habitantes de la regi'on... ?un sol con protuberancias negras?Parece ser que nos aguarda otro petroglifo igual de fascinante, localizado esta vez en un refugio p'etreo entre el lago Kootenay y Cayuse Creek. Esta expresi'on art'istica del hombre primitivo nos presenta lo que a todas luces parece ser un cohete con forma de cono que lanza humo y llamas, y por si fuese poco, un peque~no humanoide se aferra a la "pared residence" del supuesto veh'iculo. Otro petroglifo parecido - esta vez representando un veh'iculo estanco con un tripulante - se encuentra a varios kil'ometros del lago Kootenay. La regi'on de Prince Rupert, tambi'en en la boscosa Columbia Brit'anica - mejor conocido por sus tradiciones de los enormes y peludos "sasquatch-"nos regala otro petroglifo que corresponde a las tribus Tsimshian de la zona. Esta vez no se trata de un disco ni ovalo con rayos, sino de un humanoide grabado en la piedra y conocido como "el hombre que cay'o del cielo." El investigador John Magor abunda sobre este extra~no personaje en su revista Canadian UFO Report: "Una posibilidad consiste en que los Tsimshian que viv'ian en la confirmed Prince Rupert hallaron el cad'aver de un hombre sumamente extra~no en su campamento, y seg'un su l'ogica, algo tan inusual s'olo pudo haber ca'ido del cielo. Es posible que este petroglifo haya funcionado como una especie de "fosa abierta" para que el difunto pudiese regresar a su hogar en las estrellas, y si se trata de una fosa, ciertamente no representaba la forma de entierro utilizada por esos nativos". " El hombre que cay'o del cielo", petroglifo de las tribus Tsimshian"Lamentablemente las tribus actuales no disponen de informaci'on al respecto, ya que los artesanos nativos dejaron de crear petroglifos a mediados del siglo XIX, y la interpretaci'on de estos grabados se ha perdido. S'olo nos quedan las suposiciones de siempre.En el este de Canad'a, en la regi'on de los Grandes Lagos, las tribus chippewa contaban la leyenda de una estrella "que se pele'o con las dem'as" y que se dedicaba a vagar de una tribu a otra, atra'ida por el fuego de los campamentos justo antes de la hora de dormir. Los chippewa tem'ian las apariciones de esta "estrella fugitiva", pero una doncella de la tribu - siempre seg'un la leyenda - se enamor'o del extra~no objeto, y un d'ia, mientras que la joven recog'ia zarzamoras, la estrella gener'o una especie de tolvanera repentina que la levant'o hacia su seno, despareciendo para siempre. Los chippewa supieron entonces que el amor que profesaba la joven hacia la estrella errante era correspondido. Pero no todo es amor. La tribu denna de la pen'insula de Alaska vive temerosa del "pueblo del cielo" y a diferencia de los abor'igenes australianos, los denna no sienten que ser los habitantes aut'octonos de la regi'on les ofrece protecci'on alguna contra lo desconocido. De hecho, la tribu tiene un emblema especial que representa a estas extra~nas fuerzas - un s'imbolo que todos reconocer'iamos f'acilmente: una raya horizontal rematada por una c'upula. A fines de los a~nos sesenta se circul'o una nota de prensa sobre el hallazgo de una avioneta que se hab'ia desplomado del cielo luego de haber transmitido un 'ultimo mensaje, captado por el radiotransmisor de un cazador en esas regiones del norte. El desesperado mensaje de la avioneta indicaba que el aparato estaba siendo rodeado de una extra~na luz verde sobre la cordillera Talkeetna y que los motores se hab'ian cortado. A~nos despu'es, rastreadores nativos se encontraron con los restos de la avioneta y sus congelados ocupantes. Parec'ia ser que uno de los tripulantes no hab'ia muerto durante el choque, y en un gesto sumamente dram'atico y digno de una narraci'on de horror, hab'ia tenido las fuerzas para realizar un trazo en el destrozado fuselaje de la avioneta - la raya horizontal rematada por la c'upula. Los azorados nativos entendieron enseguida que los desventurados pilotos hab'ian sido v'ictimas del "pueblo del cielo".ESCATOLOG'iA AMERINDIAVale la pena dedicar un espacio a un tema que f'acilmente merece todo un libro: la presencia de seres extrahumanos en la escatolog'ia de las tribus amerindias y las profec'ias apocal'ipticas o milenaristas contenidas en dichas tradiciones. Las tribus norteamericanas han producido varios profetas de renombre como Black Elk, cuya vida y obra est'a recogida en el libro Black Elk Speaks; profec'ias en torno al nacimiento del ternero blanco vaticinado por la "mujer de los lakota", y otros. Pero siempre se ha hecho hincapi'e en las tradiciones de los indios hopis (diminuta etnia cuya reserva nativa ocupa el coraz'on de la gran reserva de los navajo) por su controvertida conexi'on con la vida fuera de nuestro mundo.A fines de la d'ecada de los '40, casi coincidiendo con el basecoat avistamiento ovni de la era moderna, Tomas Banyacya se convirti'o en el basecoat profeta hopi de nuestros tiempos. Su misi'on consist'ia en advertir al mundo sobre informaci'on conocida por todos los de su tribu: los hopis deb'ian estar pendientes de la edificaci'on de una "casa fabricada de mica" (vidrio) en el extremo oriental de la isla Tortuga - la designaci'on de la gran masa continental norteamericana. La construcci'on de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York correspond'ia con dicha indicaci'on prof'etica, y en 1949, la tribu solicit'o ser aceptada por la Asamblea In style de la ONU con el prop'osito de dar tres advertencias. La primera consist'ia en buscar al "verdadero hermano blanco", la segunda procuraba obtener justicia para las tribus nativas y la gente de buena voluntad en todas partes del mundo, y la tercera era un poco mas alarmante, ya que el mundo entraba en plena Guerra Fr'ia: advertir a los l'ideres mundiales de la Gran Purificaci'on. Pahana, el "verdadero hermano blanco", es un personaje parecido al Quetzaco'atl mesoamericano. Vivi'o por alg'un tiempo entre los hopis, instruy'endoles que regresar'ia durante el "koyaanisqatsi, "la Gran Tribulaci'on, para reivindicar las tribus nativas y reestablecer el equilibrio. El jefe de la tribu hopi, Dan Katchongva, ya fallecido, dijo en su momento que las creencias de su pueblo se~nalaban que el universo conten'ia otros pueblos habitados por seres humanoides que reciben las plegarias de los hopis. La presencia de los ovnis, sobre todo en la d'ecada de los '60, estaba estrechamente relacionada con el cumplimiento de los vaticinios y el regreso de Pahana. Los hopis no sienten temor alguno a los supuestos habitantes de estos mundos, ni a los ovnis. Los tripulantes de las luces son de aspecto humano y de muy buenas costumbres, como los 'angeles de la tradici'on cristiana. Menos mal.
Origin: aquarius-project.blogspot.com
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